Las Propiedades del Aceite de Oliva Virgen Extra, brotan de un producto natural, que conserva inalterables todos sus componentes y las propiedades químicas, biológicas y organolépticas de la aceituna como fruto. Rico en sustancias nutritivas y esenciales para el organismo, como las grasas insaturadas.
Las grasas insaturadas, presentes en el ácido oleico, componente principal de aceite de oliva con valores cercanos al 70%; confieren efectos biológicos especialmente valiosos y exclusivos, por la forma en que rebajan el nivel de colesterol total en sangre. Por el contrario, las grasas saturadas, son fundamentalmente las de origen animal y tiende a incrementar los niveles de colesterol en la sangre.
El descubrimiento de las incidencias del colesterol en las enfermedades cardiovasculares, les valió el Premio Nobel a los doctores Michael S. Brown y Joseph L. Goldstein en 1985. En efecto el profesor Francisco Grande Covián, ha demostrado la conveniencia de incorporar aceite de Oliva en las dietas, para equilibrar el colesterol y prevenir la arteriosclerosis. Además de aumentar la tasa de colesterol protector o de alta densidad HDL, el aceite de Oliva se considera la grasa ideal, porque desciende los niveles de glucemia y aporta las mismas calorías que otros ácidos grasos.
Con respecto al sistema nervioso y al cerebro, el ácido oleico del aceite de Oliva es muy bien aceptado por el sistema nervioso ya que se incorpora a la mielina y a las terminales nerviosas facilitando sus conexiones.
En la primera infancia, el niño destetado requiere una adecuada aportación de ácidos grasos esenciales de la dieta, para que no se produzcan situaciones subcarenciales con respecto a la leche materna. El aceite de Oliva proporciona una relación linoleico-alfa-linolenico, similar a la parte grasa de la leche materna y también el ácido oleico ejerce una acción sobre el crecimiento, la mineralización y el desarrollo de los huesos.
Con respecto al aparato digestivo el aceite de Oliva, cuyo principal componente es el ácido oleico (monoinsaturado), aparece como el mejor tolerado por el estómago. Su efecto protector, reduce las lesiones, contribuye a cicatrizar las úlceras. En el intestino el aceite de Oliva, tomado dos cucharadas soperas en ayunas, parece tener un efecto satisfactorio sobre el estreñimiento crónico no complicado.
Aumenta el poder de desintoxicación del hígado y mejora no sólo el tono de la vesícula biliar si no también contribuye al mejoramiento de la fase digestiva posterior a la ingestión de las comidas, al proporcionar una acción más eficaz de la bilis en la emulsión de las grasas.
Por otra parte, investigaciones del Dr. Carg (Universidad de Texas, Dallas) indican que la introducción de grasas monoeónicas (como el aceite de oliva) en la dieta del diabético, permite la reducción de la proporción de hidratos de carbono sin aumentar, e incluso reduciendo, el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares.
Por último, en cuanto al uso externo del aceite de oliva, cabe destacar que desde hace muchos años es base de productos cosméticos y cremas terapéuticas por ejemplo, cremas corporales y de manos hidratantes; cremas que aplacan el dolor causado por las quemaduras evitando la formación de ampollas. Y productos utilizados para aliviar el cansancio de los pies, realizando masajes.
Goza de los beneficios del Aceite de Oliva Virgen Extra y mejora tu salud. ¡Inclúyelo en tu dieta!
