Cepa tinta por excelencia de los vinos de Borgoña y Champagne, la Pinot Noir es considerada la variedad de uva más sofisticada. ¿Pero qué es lo que hace que los especialistas y los consumidores hablen cada vez más de ella?
Pinto Noir, una cepa única
La Pinot Noir está entre las uvas más antiguas cultivadas por el hombre: si bien los archivos borgoñones la remontan al siglo XIV, la tradición la lleva incluso hasta la Galia romana. Es prima hermana de todos los Pinot: Blanc, Gris, Grigio, Meunier, etc. y la décima variedad en superficie cultivada en el mundo, con unas 120 mil hectáreas, de las cuáles la mitad se encuentra en Francia y la otra cuarta parte, en Estados Unidos. Siempre se la consideró una cepa muy especial porque es la columna vertebral junto con la Chardonnay y la Pinot Meunier, del vino más famoso del mundo: el Champagne.
Sus vinos son fáciles de reconocer, ya sea por su color, aromas o sabor, y para aquellos a quiénes los tintos le resulten fuertes al paladar, es la opción para adentrarlos en ese mundo. En cambio, para el consumidor habitual de tintos, puede resultar decepcionante la impresión al beberlo por primera vez, como si se tratase de un blanco con sabor y color tinto. Esa “decepción” inicial luego se convierte en un encanto único, que aumenta progresivamente y que genera la búsqueda y el aprendizaje cada vez más sofisticada de estos vinos. Esta variedad única, es capaz de seducir en segundos tanto a consumidores avezados como a novatos.
La Pinot Noir se siente cómoda en terruños fríos, ya que allí se modera su rápido ciclo de madurez. Ya sea en la Borgoña, Óregon, Nueva Zelanda, Chile, Argentina y Uruguay, da vinos de mediana intensidad y de mediana concentración tánica, de color poco intenso, con aromas frutales y florales, con impactante paso por boca, y se ofrece elegante, con sabores muy agradables y de cuerpo envolvente. Un buen Pinot Noir tiene tendencia a la ligereza, con sensación algo acuosa, pero con una alta intensidad de sabor. Pero esa es su principal virtud, ofrecer un sabor diferente. Se la considera una variedad de comportamiento errático, y hasta complicada. Son pocos los que saben tratarlo en el viñedo, de ahí es que no sea una de las uvas más cultivadas.
El Pinot Noir Single Vineyard 2017 de Bodega Garzón despliega elegantes notas aromáticas de rosa y cereza blanca, con una excelente complejidad aromática y en boca que se suma a su marcada y armoniosa personalidad.
¿Y con qué tipo de comidas se puede combinar? Se puede decir que por sus características, es ideal para los pescados grasos, como el atún o el salmón, aves de caza como el pato o las perdices, pastas con cremas y con carnes no muy contundentes y sin salsas de sabor fuertes. Pero se considera el maridaje perfecto de Pinot Noir con quesos no muy intensos, pero elegantes y delicados.
Con o sin comida, hombres y mujeres, bebedores inexpertos o exigentes paladares, en todo el mundo, todos se dejan seducir por el Pinot Noir, un cepaje romántico y único.
Conocé más acerca de la cepa Petit Verdot.
