Para encontrar el mejor vino tinto para acompañar carnes rojas, compartimos algunos consejos que te ayudarán en la selección.
A la hora de maridar, la clave fundamental es el equilibrio. El secreto del buen maridaje reside en que el vino realce el sabor de los platos. Por esto se debe prestar especial atención a las características tanto del vino como de los ingredientes del plato, para asegurarnos que ningún sabor predomine sobre el otro. Las nuevas tendencias nos invitan a deshacernos de las reglas rígidas que impiden experimentar nuevos acuerdos; sin embargo, hay pautas que sugieren maridajes exitosos a la hora de degustar. Los invitamos a descubrirlas.
El uno para el otro: vino tinto y carnes rojas
Es indiscutible el acuerdo entre vino tinto y carnes rojas. Tanto es así, que esta combinación es considerada una de las reglas de oro del maridaje. Pero, ¿por qué? No sólo la cultura popular, sino también la ciencia respalda este hecho, basándose en estudios que lo avalan.
Los vinos tintos son ricos en taninos, compuestos químicos presentes en la piel de las uvas y que también son transferidos por las barricas, durante la crianza. Estos taninos, responsables de la sensación de astringencia en la boca, tienen la capacidad de reaccionar con la grasa de las carnes, logrando suavizarla, lo que a su vez permite al vino liberar sabores más frutados. Este círculo virtuoso resulta en taninos que suavizan la carne y carne que a su vez destaca al vino, en conclusión, son el uno para el otro. Asimismo, la sal y pimienta con la que usualmente se condimentan las carnes rojas favorecen aún más la liberación de aromas del vino.
Tipos de carnes rojas y el mejor vino tinto
Como regla general, mientras más magra sea la carne, menos taninos deberá contener el vino. Por el contrario, la carne más grasa deberá combinarse con vinos tánicos y de buena estructura.
En el universo de las carnes rojas, las opciones son variadas y hay que tener presentes los sabores de cada estilo a la hora de elegir el mejor vino tinto que acompañará al plato. Desde la carne de res hasta las carnes de caza mayor y menor, son muchas las opciones, por lo que analizaremos cada caso por separado.
Comenzamos por la carne más consumida en nuestro país, la carne vacuna. Este tipo de carne roja encuentra en los grandes tintos, como el Cabernet Sauvignon, el Malbec y nuestra cepa emblema, el Tannat, sus acompañantes más clásicos. Como dijimos anteriormente, lo primordial es conocer el corte para elegir la etiqueta correcta.
Cortes más magros, como por ejemplo el vacío o el lomo, maridan bien con vinos de cuerpo medio a ligero, por lo que un exponente joven de estos varietales será la elección ideal. Por el contrario, las carnes más grasas requieren de más taninos y más complejidad. En este caso, el experto paladar elegirá un Tannat reserva para acompañar un típico asado de nuestras tierras.
Las carnes de cerdo siguen el mismo criterio general. Si bien algunos vinos blancos pueden maridar bien con el cerdo, una elección para destacar estas carnes será un Pinot Noir reserva, un Merlot o un Carmenere, vinos de intensidad media y de taninos suaves y aterciopelados. La etiqueta dependerá del corte elegido, siendo el solomillo y la paleta los cortes más magros, que ameritan vinos más ligeros y frutados.
Las carnes de caza suelen ser bajas en grasas pero su sabor es intenso. Para acompañarlas, un vino tinto de cuerpo medio, para amansar el sabor de la carne salvaje. El Syrah es una excelente opción que también aplica a los derivados ahumados de estas carnes, gracias a sus intensos aromas y su boca vigorosa. Una copa de Petit Verdot de buen cuerpo, notas especiadas y ricos taninos, constituye otra opción acertada.
Por último, cabe destacar que nuestro Tannat compone un maridaje excepcional con cordero y cabrito. Igualmente, el Pinot Noir puede resultar un gran compañero de los platos más delicados de cordero, por sus taninos sedosos y redondos y su refrescante acidez. Un ejemplo de maridaje ideal para acompañar con Pinot Noir es esta receta de Pernil de cordero que compartimos en nuestro blog.
El mejor vino tinto para acompañar carnes rojas
La carne es una materia prima sumamente versátil, que admite infinitas alternativas a la hora de cocinar. Teniendo presente las sugerencias de maridaje según los tipos de carnes rojas, lo siguiente será prestar especial atención al plato como un todo. En este sentido, habrá que considerar la cocción, la preparación de los platos y los condimentos utilizados, para asegurarnos que el universo del plato permanezca en armonía con el vino elegido. Para esto, compartimos algunas sugerencias más a considerar, para dar con el mejor vino tinto para acompañar carnes rojas.
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- Las carnes marinadas, sazonadas con especias, así como también aquellas que incluyen hierbas aromáticas en su preparación o son guisadas, darán vida a platos muy perfumados. Ante la complejidad planteada en el plato, lo ideal será acompañar con varietales que no opaquen los aromas del menú, como el Cabernet Franc, el Merlot o un Tempranillo de crianza.
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- Algunos tipos de cocina internacional incorporan especias exóticas y picantes a los platos realizados a partir de carnes rojas. El mejor vino tinto para estos casos será un rosé con tenor alcohólico medio, buena acidez y azúcar residual, que refresque el paladar y compense con su acidez y ligereza los sabores intensos. Garzón Pinot Noir Rosé de Bodega Garzón funciona perfectamente en este sentido.
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- Las carnes asadas admiten vinos que aporten más complejidad, para crear un desafiante maridaje por contraste, que permita descubrir los sabores y aromas del vino de manera más límpida. En estos casos, un vino de crianza o un blend surgen como magníficas opciones para combinar la exquisita simpleza de la parrilla con notas de cata que inspiren los sentidos. Nuestra sugerencia: Garzón Tannat Reserva 2012.
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- Por último, si se utilizó vino en la preparación de la carne, hay que procurar que se sirva luego el mismo vino con la comida, para lograr una perfecta armonía.