En las Sierras Gaúchas de Río Grande do Sul, la excelencia y variedad de los vinos son el resultado de la herencia multicultural de los inmigrantes europeos. Conozca más sobre la sorprendente Ruta de la Uva y el Vino de Brasil.
Brasil, playa y cerveza suelen ser sinónimos asociados al pensamiento general. Y muchos se sorprenden cuando se habla de vinos y enoturismo en nuestro país vecino, y de la variedad y calidad de los mismos.
En el estado de Rio Grande do Sul se encuentra la región de las Sierras Gaúchas, un lugar con gran riqueza vitivinícola que es parte del legado europeo, principalmente italiano, pero también portugués y francés. La mayoría de ellos llegaron a estas tierras a finales del siglo XIX y comenzaron a producir sus vinos, y esa actividad con el tiempo se transformó en una tradición. En esta zona se producen más del 70 por ciento de los vinos del país y entre las principales variedades producidas, se destacan el Chardonnay, Gewürtztraminer, Semillón y Riesling Itálico entre los blancos, y Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, entre los tintos.
Aquí es donde se encuentra la Ruta de la Uva y el Vino de Brasil, con la ciudad de Bento Gonçalves, a unos 125 km de Porto Alegre, como centro de la actividad enoturística y a la que se denomina Capital Brasileña del Vino. Esta ciudad recibe anualmente alrededor de 900 mil personas, que disfrutan del clima agradable de la sierra y de la degustación de vinos acompañados de la excelente gastronomía del lugar. Un enorme tonel ubicado en la entrada de la ciudad es el símbolo de lo que representa el vino para sus habitantes, y para toda la región en general.
Un lugar destacado (y obligado) dentro del recorrido por esta ruta, es el Vale dos Vinhedos, distante a unos 10 kms de Bento Gonçalves. Esta región fue la primera en Brasil en obtener la Denominación de Origen en 2002 y tiene más de 30 establecimientos vitivinícolas, que van desde bodegas familiares hasta grandes empresas con proyección internacional. La mayoría de ellas están abiertas al público y se pueden probar sus vinos y visitar las instalaciones para conocer los procesos de su producción, y se puede complementar con paseos por colinas cubiertas de vides, que la dan un entorno único y maravilloso.
El Valle das Antas es otro de los lugares que se deben visitar. Allí, la mayoría de las bodegas son del tipo boutique, pequeñas y tradicionales, y también hay algunas de las más grandes e importantes de la zona. Dueño de escenarios increíbles, este valle aún no tiene el reconocimiento como Denominación de Origen, pero este proceso ya está iniciado.
Otro de los paseos más recomendables de Bento Gonçalves es el que brinda un tren turístico tirado por una antigua y pintoresca locomotora a vapor, el María Fumaça. En un itinerario de 23 kilómetros, realiza una travesía por la Sierra Gaúcha, con divertidos shows a bordo, canciones y bailes tradicionales gaúchos e italianos. Se detiene unos momentos en algunas de las estaciones y allí convidan a los pasajeros con vinos de la zona. Una experiencia extraordinaria.
Aventurarse en la Ruta de la Uva y el Vino de Brasil es descubrir sabores, no sólo de sus excelentes vinos, sino que también de la gastronomía, además de disfrutar del encanto de la arquitectura colonial de la región. Y descubrir un Brasil que es el deleite para amantes del vino.