Te ayudamos a elegir el mejor vino para maridar con quesos: en esta pequeña guía encontrarás todo lo que debes saber. ¡Descubre las mejores combinaciones!
La armonía del maridaje de vinos y quesos no es casualidad. El queso, al igual que el vino, se encuentra en todo el mundo con el sello de cada región y elaborarlo es aún hoy un arte. Los complejos y exquisitos sabores de los quesos se enaltecen y encuentra el equilibrio de una perfecta unión ante la compañía de los vinos adecuados.
Vino y queso: aliados naturales
Vino y queso son aliados naturales que ofrecen múltiples alternativas para disfrutarse juntos. Esta armonía en la unión de ambos productos surge de sus varias similitudes. La producción tanto de queso como de vino, se ha extendido mundialmente dando lugar a la denominación de origen. Además, de manera análoga al vino, si bien los quesos más difundidos se elaboran principalmente a base de leche de vaca, oveja, cabra y búfalo, existe un gran número de variedades inusuales y referentes de los lugares que le dieron origen, como el queso de venado, típico de Escandinavia o el de yak, originario del Himalaya.
Al igual que el vino, la producción de queso supone un proceso de fermentación y el resultado final dependerá de los métodos empleados para su elaboración y el tratamiento que reciba durante la maduración. Así como el vino, el queso es un producto vivo cuyas propiedades van evolucionando y, bajo los cuidados apropiados, con el tiempo aparecen las características deseadas. Paralelamente a la crianza en los vinos, algunos quesos también se estacionan, lo que permite una mayor complejización de sus propiedades.
Maridaje de vinos y quesos
Existen reglas establecidas y generalmente aceptadas a la hora de maridar. Sin embargo, en la práctica, maridar simplemente se trata de encontrar una combinación que seduzca a los sentidos e invite a continuar la experiencia de la degustación.
En el maridaje de vinos y quesos, el primer paso para lograr una unión óptima es prestar especial atención a las propiedades de cada producto, descubriendo a través de los sentidos aromas, sabores, texturas y formas que admitan combinaciones acertadas. Como regla general, el mejor vino para acompañar quesos será el que realce los sabores y destaque la complejidad del queso. En este sentido, vinos frescos y ligeros complementarán a la perfección quesos igualmente frescos y poco intensos. En el otro extremo del espectro sensorial, para acompañar quesos maduros e intensos habrá que pensar en vino más tánicos, con mayor astringencia, que equilibren la sensación untuosa de alimentos con elevado tenor graso.
Elegir el mejor vino para acompañar quesos
Como decíamos, el mejor vino para acompañar quesos dependerá de las propiedades de los productos seleccionados. Lo recomendable es comenzar la degustación por los más frescos, como los quesos untables, queso de cabra o mozzarella di bufala, por ejemplo, y finalizar por los de pasta dura y aquellos de aromas y picor más intensos, como es el caso de los quesos azules. De esta manera, la intensidad de los sabores se incrementa de forma gradual, haciendo la experiencia más agradable al paladar.
Los vinos elegidos deben seguir un criterio idéntico. Partiendo de varietales jóvenes y ligeros, lo recomendable es que la complejidad vaya en aumento, finalizando con vinos robustos y reserva. Desde Bodega Garzón sugerimos una opción para maridar vinos y quesos. En primer lugar, comenzar por un queso de cabra y acompañarlo con Garzón Albariño 2015 o Garzón Pinot Noir Rosé 2014, vinos refrescantes y de buena acidez. El siguiente paso incorpora queso Gruyere o Camembert, si se prefiere, para acompañar con Garzón Sauvignon Blanc 2015, vibrante y de boca larga.
Para finalizar, Garzón Tannat Reserva 2012 y quesos azules o Parmesano. Por la estructura densa de taninos envolventes, es la elección ideal para acompañar quesos de mayor tenor graso y aromas intensos.
Cómo preparar la tabla de quesos
Una vez elegidos los pasos, sólo resta tener presente algunas cuestiones que aportarán a la experiencia de la degustación. Como primera regla para preparar la tabla de quesos, éstos deben estar a temperatura ambiente, para potenciar los aromas de cada estilo. Ya sea que utilicemos bandeja de madera, cerámica o acero para la presentación, es importante evitar el contacto entre los diferentes estilos de quesos. Es igualmente recomendable agregar frutas frescas y secas a la tabla, que suman al acuerdo de sabores diferentes texturas, añadiendo frescura frente a la untuosidad del lácteo.
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