Si visitas Uruguay hay un plato que no puedes dejar de probar y que forma parte de la identidad de todos los uruguayos: el asado uruguayo. Una mezcla de distintos cortes de carne cocidos bajo el intenso calor de la brasa.
Como preparar el asado uruguayo
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de preparar un asado es el estado de la parrilla en la que lo iremos a cocinar. Es necesario siempre realizar una buena limpieza a fuego para dejar el lugar donde apoyaremos la carne lo más limpio posible y sin restos de grasa y cenizas que puedan haber quedado de asados anteriores.
Una vez que tengamos la parrilla en perfectas condiciones, encenderemos el fuego utilizando leña, ya que esta, al consumirse, desprenderá las brasas que servirán para cocinar la carne. Es importante destacar que en el Uruguay tradicionalmente no se utiliza el carbón. Este es un detalle importante ya que cambia sustancialmente el sabor de este alimento y es una de las principales diferencias del asado uruguayo respecto al asado de otros países.
Una vez que la leña haya comenzado a quemar y comience a largar brasas, estas se esparcen a lo largo de la base de la parrilla. Luego, se coloca la carne por encima, pero teniendo cuidado de no acercarla mucho a las brasas para no apurar el proceso de cocción que puede incluso durar algunas horas.
Un secreto utilizado por los grandes asadores es jamás cortar la carne para conocer su punto. Se recomienda utilizar un tenedor para pincharla suavemente y así evitar que la misma pierda jugos. Otro gran secreto es usar “chimichurri” durante la cocción. Esta es una salsa especialmente preparada y también una tradición de la cocina local que conlleva varios ingredientes como orégano, ajo, ají molido, sal, aceite y vinagre.
Los tipos de corte más comunes que podemos encontrar en una parrilla son el asado de tira, el entrecot, la colita de cuadril, el vacío o el pulpón.
Una vez que la carne se ha cocinado correctamente solo queda disfrutarla. Los asados se suelen acompañar con ensaladas o con “achuras”, entre las más comunes encontramos el chorizo, la morcilla, el chinchulín o la molleja.
El asado, motivo de encuentro
Además de los deliciosos sabores que podemos degustar en un buen asado, esta tradición es también un motivo para el encuentro con familiares o amigos. El “comer un asadito” funciona como una excusa para juntarse y pasar un agradable momento juntos alrededor del fuego de la parrilla. Son ocasiones ideales para reunirse, ponerse al día, contar historias y llevarse grandes anécdotas.
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